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lunes, 2 de octubre de 2017

Correlimos 13.4. Corriendo por las salinas de San Pedro.

Otra "Correlimos" más, ¡y ya van 5! Los correlimos son unas simpáticas aves que pueden ser vistas a orilla de las playas picoteando, a la vez que corren con el ir y venir de las olas en una bonita danza sincronizada. Son frecuentes en los arenales y salinas de San Pedro del Pinatar (Murcia) y dan nombre a esta bonita prueba que transcurre por el parque regional, entre salinas rosadas, molinos y pintorescos caminos. Para mí es una satisfacción acercarme cada año a disputar esta carrera tan especial donde siempre he conseguido buenos resultados.
Esta temporada, recién comenzada con renovadas ilusiones, estaba siendo especialmente benigna en cuanto a lesiones y achaques diversos que afectan a todo corredor (y a mí en particular) al aumentar la carga de trabajo tras los meses de parada estival. He ido acumulando kilómetros en las piernas poco a poco pero sin pausa, y me extrañaba no sentir todavía ninguna señal de alarma de tipo muscular (la rodilla me viene molestando un poco aunque parece estar controlada), los temidos "isquios" parecían en plena forma y yo tan contento. Hasta ahora.

Primer kilómetro por la arena

El domingo 1 de octubre me levanto a las 7:30 de la mañana. Tomo mi te verde, compota de manzana, tostada de pan de centeno y medio plátano. He dormido bien, aunque ayudado por un sedante recetado por el médico. Mis problemas para completar una noche de descanso continuo no terminan de ser superados para mi desgracia. Tras vestirme y coger la bolsa de deporte preparada la noche anterior marcho hacia la vecina localidad de San Pedro del Pinatar. El día ha amanecido nublado. Nubes algodonosas visten de gris un triste cielo matinal. Poco a poco los rayos de sol se van filtrando entre huecos que van apareciendo aquí y allá por la bóveda celeste, llenando de optimismo y energía mi mente. No obstante, los nervios previos a la carrera están siempre presentes. Llegado al puerto deportivo de Marina Salinas de San Pedro con suficiente antelación me dirijo a recoger el dorsal. Las colas no son largas y no me hará falta esperar mucho. Veo a un compañero de club: Javier Piñeiro, bravo corredor de una amabilidad exquisita y un pundonor y coraje enormes. Se encuentra sufriendo un proceso gripal y aún así no quiere perderse el evento. Correrá también la prueba larga (se disputa en paralelo otra carrera menos exigente de solo 7,6k) y tras saludarnos charlamos un rato y nos hacemos la preceptiva fotografía. Después  de acudir como es norma previa a toda carrera al aseo y cumplir con uno de los desafíos matinales (de gran importancia) me dirijo a los aledaños de la linea de salida para calentar. En otras ocasiones (en las más) correteo bastante, aproximadamente durante una hora, aunque esta vez quizá recordando la experiencia del año anterior cuando las fuerzas me flaquearon decido no pasarme y tras unos 20 minutos paro y me limito a dar "saltitos" esperando que suene el disparo que dará inicio a la prueba.
Instantes antes veo a tres o cuatro corredores que sin duda serán los que se disputen la victoria. Reconozco a alguno de ellos de ediciones anteriores y me empiezo a temer que el ritmo puede ser trepidante. Veremos.


Con Javier Piñeiro
Podio absoluto


Suena el disparo y la turba de 400 corredores se dirige al galope en dirección norte hacia la playa que durante 1,5 kilómetros debemos recorrer. En estos primeros metros la arena está algo suelta y las "bolas" de algas que la resaca marina ha formado y depositado en la orilla hacen difícil y peligroso el avanzar. ¡Mierda! Siento un amago de pinchazo en la parte posterior de la pierna derecha y una contractura que me atenaza el músculo. ¡Otra vez los "isquios! En cabeza nos hemos situado una decena de corredores de ambas pruebas, aunque pronto un quinteto delantero va alejándose tomando unos metros de distancia. Algunos compañeros no son rivales ya que pronto tomaran el desvío que los llevará a la linea de meta tras unos 7,6 kms. Ante la incertidumbre por las molestias en la pierna  y no conocer exactamente mi posición en la prueba decido esperar en la retaguardia del segundo grupo esperando acontecimientos.
Estamos corriendo a un ritmo vivo pero no extenuante, a unos 3'35". Justo lo planeado para los primeros 5 kilómetros. Tras el paso por la bifurcación donde los participantes en la prueba corta giran a la izquierda, observo que quedan en cabeza cuatro corredores lo que me obliga a alcanzarlos si quiero tener opciones de subir al podio. Poco a poco voy acelerando hasta poner un ritmo de 3'24" para darles caza por el km.6. Un compañero se va descolgando, ya solo quedamos cuatro y tras un breve respiro decido tensar la cuerda para asegurar el podio. Me pongo en cabeza a 3'26" durante algo más de mil metros y logro que el cuarteto pase a ser terceto, ¡podio asegurado! (o casi). Y enfilamos sin más dilación los postreros y mas duros 3 kms de arena en dirección norte que nos llevarán hasta la linea de meta. A estas alturas estoy ya rendido, me limito a aguantar el ritmo (bastante benévolo por cierto) que mis compañeros, Pepe Caracena y Lorente Murcia, marcan con regularidad. Voy bastante tocado, sufriendo como en los mejores tiempos, me ayuda el pensar en la recompensa del podio y en el subidón de endorfinas que me espera a la llegada. Lorente parece bastante hundido también. A falta de 500 metros Caracena acelera y nos deja. Yo ni siquiera puedo seguir a Lorente y lo acepto resignado. Últimas miradas hacia atrás y no veo a mi perseguidor, me inunda la alegría en la recta de meta que cruzo en un tiempo de 49'54", el mejor de las 3 ediciones disputadas.

Tras la carrera charla y fotos con los compañeros, refrescos y cervezas, ducha y espera para la entrega de trofeos. Posteriormente se disputan las pruebas infantiles siempre emotivas y la organización junto a la cofradía de pescadores nos agasaja con un estupendo y delicioso caldero.
Enhorabuena una vez más a los organizadores. Todo transcurrió de forma perfectamente sincronizada. Incluso la entrega de premios fue más ágil que en ocasiones anteriores. Gracias y hasta el año que viene.
Salu2.

Delicioso caldero del Mar Menor

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Murcia Río Cross Urban 32k

Hace aproximadamente un mes, aún apenas comenzados los entrenamientos, no se porqué razón decidí apuntarme a una nueva carrera que de atractivo recorrido (por la ribera murciana del río Segura) se disputaría a principios de septiembre; para ser exactos el día 10. Quizá pequé de un exceso de optimismo. Verdaderamente, los primeros trotes vespertinos bajo el aún tórrido sol veraniego me dejaron buenas sensaciones. Este año solo he parado totalmente algo más de un mes, en contraste con el año anterior cuando a lo largo de 5 meses me dediqué a andar por tierras del sudeste asiático.
Sin embargo estas dos últimas  semanas no he entrenado bien, me cuesta conciliar el sueño, y sin descanso el trabajo no se asimila bien. Las rutinas semanales planeadas han dado paso a improvisadas salidas para ir manteniendo la forma, entre bostezos y apatía... Y en tales circunstancias llegó el día nueve, previo a la carrera. Marcho a la cama y pospongo hasta el límite la decisión de asistir al evento: "si duermo bien y me levanto con ganas iré". Y dormí como un bebé.

A las 6 am tengo puesto el despertador que suena con puntualidad. Me levanto presuroso y pongo agua a calentar en un  cazo, la taza de te verde es un deber ineludible si quiero despertarme con buen humor. Bebo la humeante infusión en mi vaso de cerámica preferida, una en la que se lee: " The Boss", regalo de un cliente escandinavo... bueno de un "excliente" a un "exboss"... Tuesto un trozo de pan y abro un tarrito de compota de manzana para bebé. Hoy no beberé zumo de frutas, creo que no me conviene llenar mucho el estomago. Voy al aseo a intentar cumplir con la rutinaria evacuación intestinal y a mi pesar, no hay manera... Esto podría ser un problema llegada la hora de competir con los nervios afectando al tracto digestivo, veremos si hay por allí algún aseo portátil o al menos un lugar discreto donde ocultarme a cumplir con lo inevitable.




El trayecto hasta la bonita y remozada ciudad de Murcia en fiestas por estas fechas, donde disfruté de mis añorados años de "universidad", transcurre con normalidad. Ya poco trafico en estás fechas otoñales. Dejo el coche en el parking próximo al cuartel de artillería y me dirijo a recoger el dorsal que se entrega junto a la linea de salida como es habitual. Tras dar unas vueltas desconcertado y tras preguntar a varios compañeros doy con el lugar. Tomo el dorsal y a calentar como es preceptivo. Para mí el calentamiento previo a la carrera es de gran importancia, igual da que sea un 5k que un maratón. No solo me permite salir en plenitud de condiciones evitando lesiones y  exprimirme casi al máximo desde el principio, sino que (a veces para mal) afloran sensaciones previas que sin ninguna duda me dan a conocer mi estado de forma y mis condiciones exactas para la carrera. Esta mañana me noto algo cansado pero no del todo mal. Puede ser una buena carrera si los ritmos no se van más allá de lo esperado.
Me había planteado correr estos 32k a un ritmo medio de 3'55" el km. (ritmo previsto para mi próximo maratón), si me encontrará bien, y en ningún caso por debajo de 3'50", aún estamos de pretemporada y no viene al caso el hacer locuras de las que me pueda arrepentir más tarde.
Como me temía y señalé anteriormente, los nervios empiezan a afectar mi vientre en forma de retortijones, encontrar un aseo se vuelve prioritario. Gracias a dios y a las fiestas que se celebran estos días, junto al río, hay un mercadillo donde se disponen aseos portátiles que para mi satisfacción están recientemente limpiados con gran pulcritud, el olor a desinfectante y a pino delatan la penosa y necesaria tarea de puesta a punto del mingitorio. Quedo agradecido y dejo el retrete tal y como lo encontré. Con la tripa vacía  reanudo el calentamiento. Veo al gran corredor del C A Oriol Javier Moreno Jara, un tipo ya veterano, un par de años más joven que yo y que tiene unas marcas de escándalo. Me parece el rival más fuerte y el más que probable ganador si está en forma. Veo algunos corredores de buen porte que pueden estar también en la pomada. Se da la salida a los senderistas y tras ellos vamos los que disputamos la prueba larga, los 32 k (también se corren 15k y 8k. Entre todas las pruebas poco más de 300 corredores nos damos cita).




Prefiero no salir a tope y mantenerme durante el primer kilómetro a la expectativa para ver los grupos que se forman y elegir aquel que más me convenga. pronto veo que el grupo de cabeza marca un ritmo cercano al que considero adecuado y a por ellos me dirijo. Los alcanzo sin mayor dificultad y me sitúo tercero a la espera de acontecimientos. Durante esta primera parte del recorrido un moderado viento del noreste nos va dando de cara, pese a ello un corredor del Urban Runners de Castellón: Sergio Sangabino  Lopez, se coloca en primera posición marcando pasos por encima de 3'50". Voy bastante cómodo y disfrutando a espuertas del maravilloso día de domingo que la capital huertana y su río nos brinda. En estos primeros compases de carrera somos cinco los corredores en cabeza. Pronto se quedará uno descolgado y pienso: "bueno, somos cuatro para un podio de tres, ¡no está mal!". Me resulta extraño que Javier M. Jara  vaya en cuarta posición sin dar un relevo, este corredor es un tipo valiente que suele dar la cara y además es sin duda el mejor de los cuatro. Por mi parte intento tomar la cabeza en un par de ocasiones y durante tramos de un kilómetro, no quiero pecar de egoísta, pero esto es muy largo y hay que reservar algo de fuerzas para más adelante.

Casi llegados a mitad de carrera, poco antes del kilómetro quince, tenemos un punto de avituallamiento. Uno de los corredores que formamos el cuarteto decide aprovechar la circunstancia para lanzar un ataque quizá prematuro. En cualquier caso digna de elogio es su valentía. Logra abrir hueco poco a poco aunque nunca más allá de unos 100 metros. El terceto que quedamos detrás mantenemos el ritmo hasta que Sergio decide apretar un poco y poner las cosas en su sitio. Javier se va quedando, no le conviene una carrera tan rápida (según me contará después) en su preparación para el maratón de Valencia que disputará en pocas semanas. Poco a poco vamos reduciendo distancia con el lider hasta que a falta de unos metros Sergio me dice: "vamos a por él". Me pongo en cabeza y definitivamente lo alcanzamos. Pego un leve tirón a ver como va de fuerzas y observo que esta a punto de venirse abajo... tras un kilómetro terminará por descolgarse. Sergio y yo continuaremos a buen ritmo hasta la meta donde decidimos entrar juntos sin disputar la victoria (las primeras listas se la dieron a él y las definitivas a mí, es lo de menos).

Tras la llegada fruta, agua, refrescos y cerveza en abundancia, y momentos de charla distendida entre todos, lo que es uno de los momentos más agradables y placenteros que todo corredor conocemos y disfrutamos con deleite. En definitiva, enhorabuena para la organización (espero que repitan al año que viene) y a todos los participantes. Un fuerte abrazo.







sábado, 2 de septiembre de 2017

Carreras de Mayo 2017. Y punto y seguido.

C A Pto de Torrevieja
10k Villa de Almoradí
Medio Maratón de Alicante
Cross Mª Auxiliadora, Salesianos. El Campello.
Cross de Carrus (Elche)






Ya pasado "casí" el verano, me dispongo a echar la vista atrás y recordar como transcurrieron las últimas carreras disputadas el pasado mes de mayo, justo antes de la obligada parada estival.
Empecemos pues por los concurridos y siempre animados 10k de la villa de Almoradí. Buenas eran las referencias que me llegaron de esta bonita carrera. Varios compañeros de club con mayor experiencia en este bendito mundo del "running" me avisaron de que sería una prueba rápida y competida con un alto nivel. Y con esas perspectivas y el deseo de reencontrarme con mucho amigos me dirijo sin dilación a la localidad alicantina situada en el corazón de la vega baja del Segura.
Pronto me tropiezo con un concurrido grupo de corredores  del C A Puerto de Torrevieja. Tras los efusivos saludos me uno a ellos para llevar a cabo el pertinente calentamiento previo a la prueba. Reconozco a varios "runners" de gran calidad lo que augura una carrera bastante rápida. Se disputan dos pruebas paralelas: un 5k y un 10k. Esta última, que se adapta mejor a mis condiciones, es la que como ya he comentado disputaré. La salida se sitúa en la pista de atletismo municipal, bonito y cuidado tartán que recorreremos también antes de llegar a meta. Como siempre los nervios nos atenazan antes de comenzar la carrera. Los corredores más veloces (y algunos que no lo son) se sitúan en primera fila haciéndome retroceder.  En principio la táctica a seguir era no "cebarme" e ir a mi ritmo.... y una vez más, nada más salir, todo cambia y me dejo llevar por mis sensaciones. Suena el disparo. Salgo algo retrasado y acelero para situarme no muy lejos de la cabeza, veo a Mateo Pesquer al que este año le voy pisando los talones (debe de estar en baja forma), le cojo la matrícula y no me despego. Durante la primera vuelta al circuito un corredor de gran porte, pelirrojo y camiseta extranjera nos facilitará la marcha ya que sopla un incómodo viento del sureste. Llegados al primer paso por meta me quedo solo con Mateo. No lo veo muy feliz de llevarme pegado a su cogote ... y decide parar y dejarme hacer... Tras unos metros en cabeza en los que bajo el ritmo me pasa hecho una exhalación y tras unos cientos de metros en los que opondré algo de resistencia me dejo llevar rindiéndome ante su mayor fortaleza. Llegó la hora de sufrir. Faltando un par de kilómetros para llegar veo que el gran Riquelme (corredor local del Trikilómetros) va perdiendo fuelle y le voy recortando distancia. A la vez por detrás, Alejandro Cases (de mi club) se me va acercando peligrosamente... aprieto los dientes y doy el resto. Finalmente llego a meta en  6ª posición, 1º veterano de 45/50. Gran carrera que me llena de satisfacción, no siempre me es posible tratar de tú a tú a monstruos del atletismo comarcal como los que me he encontrado por aquí. Felicitar a la organización por su gran trabajo y al vencedor Raúl Guevara ,también a mi compañero Joaquín Saez con el que compartí podio de veterano c, y a Cases y Álex por los suyos en sus respectivas categorías.


Con Mateo Pesquer, de correr aún menos ortodoxo que el mío :) 



El 14 de Mayo se disputaba en Alicante su medio maratón, va por la séptima edición y tras algunos vaivenes y cambios de fechas parece ser que se quiere consolidar como uno de las carreras "populares" de referencia en la provincia, y creo que lo conseguirá puesto que la organización fue de  10 (o casi).
A primera hora de la mañana me dirijo  a una conocida discoteca de mi localidad donde he de recoger a Alberto. Éste es un joven corredor de mi club rebosante de optimismo y alegría. Trabajó toda la noche como camarero y sin echar una cabezada, lo cual no debe de ser muy saludable, se dirige a Alicante para disputar los 21k, sin duda una temeridad que no termino de creerme. Echo en falta aquellos años donde también yo era capaz de llevar a cabo aquellas locuras, el paso del tiempo ha ido minando mis fuerzas y sobre todo mi capacidad de recuperación. Esas "burradas" ya no están a mi alcance.
En 40 minutos hemos llegado, aparcamos y sin demora nos acercamos a la linea de salida para calentar como es preceptivo. Se han dispuesto cajones para facilitar y ordenar la siempre excitante estampida inicial. Para mi sorpresa en el primer "corral" solo somos una decena de corredores, me hace ilusión compartir espacio con los atletas más rápidos que participarán en el evento.
Previamente se ha disputado unos veloces 5k donde ha habido un gran nivel. Además de los 21k que transcurren a lo largo de dos vueltas al circuito, se corre un 10k durante la primera vuelta.
Mi objetivo en esta carrera era simplemente disfrutar y hacer una buen clasificación en mi categoría. El caluroso día y las dos largas cuestas hacen difícil el aspirar a lograr un buen tiempo. También apuntar que el recorrido "no homologado" estaba mal medido, prolongándose mas allá de los 21090 metros reglamentarios (unos 500m de más); esta es la única pega que le puedo poner a la organización.
Comenzada ya la prueba cojo un ritmo cómodo y me voy situando en las primeras posiciones. En esta primera vuelta es difícil saber cuanta gente llevas delante. Espero pacientemente a que los corredores que disputan el 10k completen su vuelta y veo que no voy mal, creo que sexto (esta sera finalmente mi posición). Me uno a un corredor que parece que me espera, Manuel Mas se llama, gran tipo con el que correré toda la segunda vuelta y con el que compartiré unos instantes de charla a la llegada. Juntos, sin gran esfuerzo, recorreremos los últimos kilómetros, entrando él en quinta posición y yo, como ya dije, sexto con un tiempo de 1h17'56"


Podio de veteranos 45/50



Una semana más tarde decido participar en una carrera campestre (cross) disputada en el municipio de El Campello, exactamente en el colegio de los salesianos que se emplaza en un bonito pinar y a través del cual se desarrolla la prueba. Nunca había disputado una carrera de estás características: "campo a través" de recorrido sinuoso y ciertamente corto con continuas subidas y bajadas; y sabiendo que me podía ser propicia marcho tras el almuerzo a pasar la tarde en buena compañía.
Una vez llegados al destino veo que el recorrido no es el que aparece en "internet", ¡una pena!, deben de haberlo acortado para mayor comodidad de la organización. Cuanto más corto menos se adapta a mis características, pero no siendo momento de quejas me dispongo a calentar por los alrededores. La prueba no parece vaya a ser muy concurrida; aún así muchos padres han acudido con sus hijos que participan en las carreras infantiles previas. Observo a los pequeños correr como libres para llegar exhaustos a meta, cansados y henchidos de orgullo y felicidad, y tras la algarabía juvenil nos colocamos junto a la linea de salida. Saludo a Sansano, gran corredor que parece que se va decantando por las carreras de montaña. Es un tipo tan simpático como rápido, parece que será uno de los más peligrosos rivales. Y lo fue.
Tras una salida bastante confusa, equivocamos el camino montándose un gran jaleo, se van definiendo las posiciones. Me sitúo en cabeza y Sansano me sigue sin aparente dificultad. Correr por el enrevesado circuito se hace bastante difícil. En algunos giros de 180º nos ayudamos apoyándonos en  los pinos y valiéndonos del impulso para salir acelerando. La maniobra repetida una y otra vez se termina por hacer dura. Trás la primera vuelta un corredor de buen porte (que a la postre ganará la carrera) nos alcanza y finalmente se pone en cabeza. A falta de unos centenares de metros cambia de ritmo y pega un fuerte tirón. Aprieto los dientes y me pego a su espalda. Lo intenta de nuevo, y esta vez consigue dejarme atrás. Entraré segundo con unos metros de desventaja. Una carrera excesivamente corta y extraña pero al fin y al cabo una más a la "buchaca".



Bonito "correr" el del dorsal 435 a la postre vencedor



Por  último, como colofón a una temporada trepidante, a estas alturas de año (ya casi en verano) me siento agotado mental y físicamente, me dirijo a la capital de la comarca del Bajo Vinalopó, a Elche, conocida por sus palmeras, "Misteri", calzado y por muchas cosas más que se haría largo enumerar.
El último fin de semana de mayo se disputa el conocido Cross del barrio de Carrús. Esta es una prueba que no había disputado todavía y que me hacía mucha ilusión correr. Mirando los resultados de ediciones anteriores veo que suele haber buen nivel, aunque esta vez (por fortuna para mí) no fuera del todo así. Por h o por b, debido a la saturación en el calendario, a las altas temperaturas o al perfil ciertamente molesto del recorrido que impide hacer buenas marcas aunque dota a la carrera de personalidad propia, la participación parece haber menguado en numero y calidad. Y allí estaré yo para aprovecharlo.
La carrera da inicio con un numeroso grupo de atletas, todos ellos del club local de atletismo, situándose en cabeza y marcando un ritmo constante pero relativamente cómodo. Veo a Rafael G. Voix que se que es un gran corredor superior a mí y a otros que por su porte deduzco que deben de ser rápidos y por lo tanto candidatos a la victoria final. Tras estos primeros kilómetros la carretera se empina nos quedamos para mi sorpresa tres corredores en cabeza, uno de ellos de aspecto "setentero" (de la década de 1970) por su indumentaria ajustada y Jose A Casanova, joven atleta local. Al girar y disponernos a bajar hacía el cauce del río me veo con fuerzas y aunque sin intención de escaparme aumento el ritmo. Para mi sorpresa me voy quedando solo, así que: "pies, para qué os quiero" me lanzo cuesta abajo a toda velocidad, mantengo el paso por el cauce del río y aprieto los dientes en los duros metros finales. Finalmente llegaré primero con cierta facilidad y con gran alegría. Una bonita guinda apara esta estupenda temporada.



Abandonando el cauce del "Vinalopó" en 1ª posición :)


lunes, 29 de mayo de 2017

XLV Medio Maratón de Elche. 10k La Azohía-Isla Plana. VII Medio Maratón El Pilar de La Horadada.

A estas alturas normalmente me encuentro por mis queridas tierras asiáticas. Andando más que corriendo, observando más que hablando y sintiendo más que pensando. Pero este año no ha podido ser por cuestiones que no vienen al caso. Y ¿qué hago si no viajo? Corro. Y en esas estoy, sumido en una vorágine "runística" a la que tengo que poner fin si no quiero terminar por cansarme de esta bonita afición.
Este pasado mes de abril disputé tres pruebas, dos medios maratones y un cross de 10k. Todas ellas se saldaron con buenos resultados y grandes sensaciones, ya que esta temporada he cogido "la forma" algo tarde y me estoy aprovechando de ello.
La primera carrera disputada a principio de mes es el Medio Maratón de Elche en su 45ª edición, el medio maratón más antiguo del mundo (así lo publicitan y así debe de ser). Aquí iba a quemar mi último cartucho para intentar bajar de la hora y cuarto (1h 15'), barrera que me ha obsesionado desde hace unos meses y a cuyas puertas me quedé en la veloz carrera de Santa Pola.
Todo apuntaba a que esta vez sería posible. El rápido recorrido por las calles ilicitanas, mi gran estado de forma y una metereología propicia me infundían renovados ánimos y presagiaban un feliz desenlace. Y así fue, gracias también (por que no decirlo) a la suerte.
El plan era correr los 8 primeros kilómetros (todos ellos muy llanos) a 3'28" y así lo hice con exactitud. Los dos siguientes en ligera subida hasta el moderno puente que corona en su parte más alta el recorrido a 3'34", para luego lanzarnos a "tumba abierta durante 7k de bajada y falsos llanos hasta los últimos repechos. Todo se ajustó al plan previsto gracias (y es justo reconocerlo) a Jorge Riquelme, gran corredor del club Trikilómetros, que fue tirando del grupo casi toda la prueba a los ritmos que (por fortuna) más me interesaban. Fue una pena que faltando tres kilómetros para la meta desfalleciera, me vi obligado a correr en solitario justo cuando el viento soplaba en contra y la carretera se empinaba, y ahí perdí la ocasión incluso de bajar hasta la 1h 13'. Pero bueno, no seamos demasiado ambiciosos y dejemos esa gesta para otra ocasión ¡Gracias Jorge!
En lo relativo a la organización comentar que fue más que correcta, mejor que la última vez que disputé esta prueba ya hace unos años. La salida es en una avenida más amplia. Los cajones de salida evitan empujones y malos modos, no faltan avituallamientos líquidos y también sólidos a la llegada. Servicio de "fisioterapia" en meta y precioso trofeo para los que tuvimos la fortuna de subir al podio.
Finalmente 11º absoluto, 1º vet 45/50 y una mejor marca personal de 1h 14'32". No puedo pedir más.




Dos semanas más tarde, dispuesto a aprovechar el buen estado de forma posterior a una media, decidí dirigirme a la para mí desconocida pero "bellísima" pedanía Cartagenera de La Azohía. El sábado 15 de abril se corrían allí 10 kilómetros (9650 metros para ser exactos) paralelos a la playa y que discurren entre la iglesia del pueblo y la ermita localizada frente al islote conocido como Isla Plana. Bonito trazado mixto: asfalto, pista y playa de guijarros y arena. Este tipo de pruebas me van muy bien, por lo que ni corto ni perezoso me pegué el madrugón hasta llegar a tan pintoresco enclave.
La Azohía son unas pocas calles y casas (también bares, restaurantes y un lujoso hotel situado a la entrada) abrazadas por la serranía que se precipita hasta las cálidas aguas del mar Mediterráneo. Espectacular era la estampa de las cumbres y acantilados rodeados al despertar la mañana por una tenue neblina procedente del mar.
Cuando abandono la provincia de Alicante se me hace más difícil reconocer a mis rivales, y entre ellos a los de mayor calidad. Esto que pudiera parecer un "handicap" es en ocasiones una ventaja. Suele ocurrir que mi táctica en carrera se torne más conservadora si veo que en la linea de salida hay corredores mucho más rápidos que yo. Si no los conozco me lanzo a tumba abierta sin complejos. Y así fue como ocurrió.
Una vez dada la salida me coloco en cabeza donde pongo un ritmo alegre de 3'23" a 3"27" durante los tres primeros kilómetros. Sé que tras estos primeros metros abandonamos el asfalto y el firme no es propicio para correr rápido, pero me siento bien y voy a por todas. Sólo un corredor puede seguirme, J Carlos Caparrós García (Jaro) y lo hace con bastante solvencia y comodidad. Ya empiezo a sospechar que es un "figura" de la zona. A partir del tercer "mil" se pone en cabeza ya en pista de tierra, lo sigo sin gran dificultad hasta que alcanzamos la ermita frente a la isla que supone la mitad del recorrido.
A partir de allí pone una marcha más y metro a metro, segundo a segundo, se van alejando tanto él como mis opciones de victoria. Llegará a la meta con un centenar de metros de ventaja sobre mí (unos veinte segundos) y yo subiré al segundo escalón del podio.
Como suele ser habitual por tierras murcianas (tb cartageneras en este caso) la gente que es extremadamente extrovertida y amable hace del avituallamiento "post-carrera" un autentico deleite. Saludé y hablé con múltiples aficionados y corredores. Destacar a Jorge Mulero Martínez (2º veterano B), gran corredor que no me paró de alabar hasta casi vestir de rojo mis mejillas. A mi compañero de podio y tercero en la prueba Jose Luis Conesa. Al presidente del gran club cartagenero Mandarache, gran tipo, locuaz y divertido. Gracias a todos por vuestra compañía. Espero haber correspondido, aunque solo sea un poco, a vuestra generosa amistad.





Finalmente el pasado domingo 23 de abril me decidí a correr el medio maratón que se celebra en la cercana localidad de El Pilar de la Horadada. Solo había corrido allí una vez hasta ahora, y no fue el medio maratón, sino la prueba menor de 10k que se disputa al mismo tiempo. De esto ya hace unos cuantos años y no me quedó un gran recuerdo. El circuito era bastante monótono y porqué no decirlo duro "mentalmente". Una larga y kilométrica recta conectaba el centro del municipio donde se hallaba dispuesta la salida con las playas desde donde se volvía superando la carretera nacional 332 por un paso elevado. El calor propio de la fecha y el viento que suele soplar tampoco ayudaron a que disfrutara del evento. Pero esta vez todo sería distinto, el circuito ha cambiado y es mucho más urbano. Ya no se baja hasta las playas, ni se cruza el duro paso elevado. En definitiva, todo hacía presagiar una carrera divertida y cómoda. Pero un accidente casi acaba con mis planes de disputarla. Con una semana de antelación decido salir a correr con mis hijos, ellos en bici y yo trotando suavemente. De regreso a casa el menor de mis retoños me golpea con la rueda delantera en el gemelo de mi pierna izquierda. Siento un agudo dolor que espero que sea solo pasajero. Pero no, una vez que enfrío no puedo caminar, imposible apoyar el pie debido a  la fuerte contusión. ¡Vaya por dios!, se me ha fastidiado la carrera del domingo, un drama para un corredor en plena vorágine competidora. Finalmente la cosa no fue para tanto y no pasó de contusión. Tras unos días de reposo y algún anti-inflamatorio me recupero prácticamente del todo. Una ligera molestia me forzará a ser conservador en el planteamiento de carrera y me permitirá disfrutar mucho más de la prueba.
Ya calentando veo a los primeros amigos, conocidos y compañeros de club (me acompañó en el trayecto en automóvil mi querido amigo y corredor entusiasta Manolo Hortelano): Sergio Quesada: bravo corredor de mi club que no se pierde una carrera, Jero, Piñeiro etc... Trotamos de aquí para allá y finalmente suena el disparo de salida. Previamente y tras echar el vistazo pertinente a los rivales pude comprobar que el podio (esta vez remunerado) iba ha estar caro. Veo a Mateo Pesquer, a Javier Moreno Jara y a otros corredores de buen porte que anticipa un mejor correr. También observo a los hermanos Casaliglla Quishpe, frecuentes participantes de las pruebas que se desarrollan en la vecina región de Murcia y de un nivel deportivo similar al mío. Esa es la rueda a seguir dada las circunstancias, me digo.





La carrera comienza con cuatro corredores en cabeza que se disputaran el podio, y tras ellos yo que sigo a la rápida corredora de origen magrebí que ganará los 10k. También me acompaña un corredor de camiseta roja que pronto empezará a hacer la goma. El recorrido de la prueba corta es algo diferente, de forma que tras un giro te los vuelves a encontrar formándose un pequeño jaleo y perdiendo por un rato tu posición en carrera. Finalmente me alcanza por detrás Pedro Enrique Casaliglla y juntos correremos gran parte de la carrera. Nos vamos dando relevos, pero llegados al kilómetro quince decido aumentar el ritmo e irme solo no vaya a ser que al "sprint" pierda finalmente la quinta posición. Veo que voy cogiendo a los dos atletas que me preceden. Finalmente llegarán  con un centenar de metros de ventaja en tercera y cuarta posición. Ganará la prueba Ivan Hernández Illán seguido de Manuel Mas y Javier Moreno Jara. Gente de mucho nivel atlético.
Yo, finalmente satisfecho. La pierna no me dio problemas e hice un tiempo oficial (creo que habría que sumarle minuto y medio) de 1h15'19'', 5º absoluto y 1º veterano C. Probablemente vuelva al año que viene ya que la organización de la prueba es perfecta, el nuevo recorrido me gusta y la entrega de trofeos es bastante ágil. Un 10 para los chicos del Club de Atletismo Horadada.
Salu2.

jueves, 6 de abril de 2017

NB Vazee Pace V2 - NB 1500 V3 - Saucony Type A (6)

Hoy me voy a permitir la frivolidad de escribir mi opinión sobre las tres zapatillas de "running" con las que he renovado totalmente mi equipación, y ya iba siendo hora. A mis viejas y queridas NB 1400v2 las he exprimido durante dos años (quizás tres) y a mis no tan queridas Mizuno wabe ride (no recuerdo la versión) igualmente. Las primeras son unas voladoras ligerísimas, 187grs en una talla 44, y las segundas unas de "entreno" que ahora ya desgastadas y con báscula en mano veo que pesan 275 grs en la misma talla aunque con las plantillas que hasta este año he venido sufriendo habría que aumentar 70 grs más. Nunca me he sentido a gusto con las Mizuno al 100%, no así con las NB 1400 v2 con las que he disputado desde distancias cortas hasta maratón, siendo enormemente versátiles y efectivas; siempre las recordaré con cariño. Pero bueno, la entrada va sobre mis nuevas adquisiciones: un calzado para entrenamientos, otro mixto para series y alguna carrera larga, y un par de voladoras. Empecemos por las NB Vazee Pace V2 que compré para trotar y entrenamientos no muy exigentes. Esta zapatilla me ha sorprendido gratamente. Debido a mi constitución física (60kg) me cuesta mover deportivas que pesen mucho o excesivamente amortiguadas, últimamente los fabricantes están diseñando calzado de más calidad en sus componentes, "uppers" más resistentes, y suelas y media suelas más sofisticadas con compuestos nuevos más allá de la tan usada EVA. El resultado son zapatillas de gran calidad, de una cuidada estética y también de mayor peso. Los 275grs para mi talla (por cierto ahora necesito media talla más) 44'5, me parecían excesivos y me invitaban a decantarme por otras opciones, finalmente no lo hice y me lancé a por estas Vazee Pace. Son unas zapatillas con una horma muy confortable, más bien estrecha por la zona del talón y ancha por la parte delantera dejando espacio suficiente para los dedos, yo tengo el pie delgado y me ajustan perfectamente aunque creo que tb son perfectas para alguien de pie más ancho. Desde el primer momento la adaptación y la comodidad son máximos, ni una rozadura ni sensación de opresión o de que la "zapa" se te sale. En cuanto a la media suela reseñar que pese a que New Balance ha lanzado un nuevo compuesto al que llaman "fresh foam" con más amortiguación, yo sigo confiando en el "revlite" que tan buenas sensaciones me transmite (ya lo usé en mis NB 1400). El nivel  de respuesta de este compuesto para mi peso y condiciones es óptimo. En cuanto a la durabilidad, tras un mes de tiradas largas y de darles caña incluso por el campo (aunque este no es su hábitat natural) me parece más que correcto, no observo desgaste ni deterioro ninguno. Después de hablar con un amigo y compañero de club podría ponerle una pega, y es que quizá la zapatilla no invita a pisar de media suela pese. No quiero decir que no se pueda, pero si tu estilo no es muy depurado te hace talonar un poco. Esto lo he notado al trotar despacio, al correr a ritmos más vivos (a partir de 4:15) puedo entrar de medio pie sin problemas. Recordemos que el drop es más bien bajo 6mm. En resumen; ENCANTADO con mis Vazee Pace v2.


Vazee Pace v2

El siguente par de deportivas de "running a comentar" son las NB 1500 V3. He de reconocer que no se por qué compré estas zapatillas. Estando enamorado de las NB 1400, ¿para qué cambiar? Pues he de decir que no soy impermiable a las distintas opiniones que se vierten desde "pseudo blogs" interesados desde donde "influencers" hacen publicidad a determinadas marcas (y modelos) y no dan una información válida y objetiva, a no ser que leas entre líneas e intentes abstraerte de tanto elogio y entusiasmo de conveniencia que estos supuestos "bloggers" vomitan sin ningún rubor. Como decía, decido cambiar a las NB 1500 v3. Obeservo que tanto las 1400 como las 1500 han aumentado de peso, y ya no las quiero como zapatillas de competición (al menos para distancias cortas). La NB 1500 v3 pesa 252 grs en una talla 44.5, a penas 20 grs. menos que mis Vazee Pace pese a ser publicitada como unas voladoras. Decido usarlas como mixtas para series, rodajes de calidad y alguna competición larga. Tengo muy en cuenta que estas 1500 llevan algo de SOPORTE, mi pisada es neutra, pero me suelo descomponer un poco cuando el cansancio hace acto de presencia, y este aspecto me pareció interesante. La zapatilla es estéticamente "preciosa", puedo asegurar que no he usado unas deportivas tan chulas, probablemente acabe utilizándolas para vestir con unos "jeans". El upper es de una calidad excepcional, el material sin costuras como suele ser ahora norma (las uniones van termoselladas) denota una calidad impropia en unas "voladoras". Cordones y lengüetas (tipo botín) elásticas le deberían dotar de una gran comodidad y susceptibles de uso en triathlon. Pasando a la suela, el agarre es perfecto dotandolas de una gran tracción y en cuanto a la media suela, el para mí perfecto revlite les confiere una amortiguación justa y una gran respuesta. Una pieza de mayor densidad y peso  (situada en el lado interior) es la que les dará un extra de soporte. Añadir que el drop es de 6mm. Hasta aquí todo son alabanzas (como en esos pseudo blogs). Pero hay muchos peros que paso a comentar:
  • La horma es muy estrecha como en toda voladora (pese a que para mí es una zapatilla mixta). Para mi pie es perfecta, pero debe abstenerse el que tenga un pie ancho.
  • Debido a esta horma angosta las inevitables rozaduras aparecen pese a ser una zapatilla muy bien acabada en su "upper". Con el paso del tiempo y la adaptación al pie este problema desaparece. yo he tenido que ponerme una tirita en la parte superior del pie izquierdo y no se aún qué es lo que me roza.
  • La suela tiene un agarre mayúsculo, como ya dije, pero observo tras apenas poco más de un mes cierto desgaste, sobre todo en la parte delantera (casi en las puntas). Esto es lo que más me preocupa ya que una zapatilla tan bien hecha y de esa calidad va a morir por la suela con toda seguridad.
  • Al principio noté un cierto roce no excesivamente molesto a la altura del tobillo y la pequeña lengüeta elástica también la sentía extraña. Ahora tras un mes me he acostumbrado.
  • En la primera carrera se me cargaron los "isquios". Fue un medio maratón.
Pese a todos estos peros, he de decir que conforme pasa el tiempo estoy más satisfecho y son mis compañeras inseparables en "entrenos" de calidad. Poco a poco me acostumbré a ellas y creo que repetiría la compra.


NB 1500 v3


Por último hablaré de más reciente adquisición, destinadas ellas a la competición. En un primer momento mis ojos se fijaron en las bellísimas y de diseño radical NB Hanzo, pero su alto precio para este tipo de zapatillas y su peso (mayor que el de mis NB 1400 v2) me hizo buscar otra opción entre las más ligeras que pudiera encontrar en el mercado. Meses atrás había prestado atención a unas deportivas voladoras que ya llevan años a la venta y que se anunciaban con un peso extraordinariamente bajo y con unas críticas de lo más "positivas": las "Saucony Type A", antes A6. Dado  que en inglés se pronunciaria "asix", recordando a la marca japonesa de calzado para "runners", decidieron suprimir el 6.
Las saucony Type A son las zapatillas más radicales que me he calzado en mi corto periplo como corredor. Si bien las cifras de peso que se ofrecen en la red no son ciertas, o lo son para un numero ridículamente pequeño, son ligeras, muy ligeras. En un  número 44,5 pesan 191grs. apenas 3 grs más que mis antiguas NB 1400 v2.
La horma es estrecha, pero no tanto como en las New Balance de competición. Se adaptan bien al pie desde el primer momento pero sin excesivas apreturas. Ningún roce en estos primeros kilómetros recorridos.
El ajuste es correcto, tengo que utilizar el agujero extra para los cordones dado lo estrecho de mi pie. Una lengüeta "clásica" bastante acolchada y grande y quizás impropia de las nuevas voladoras me resulta enormemente confortable.
El "upper" es de gran calidad si lo comparo con mis zapatillas de competición anteriores, sin costuras y con uniones termoselladas. El material parece también mucho más resistente.
La media suela es flexible y firme, muy firme. Las sensaciones al correr son brutales, se nota el asfalto bajo tus pies. Claro está que la amortiguación es mínima, pero suficiente para un corredor ligero (y si tiene una buena técnica mejor). El drop de la zapatilla es de 4mm e invita a pisar de medio pie lo que es una gran ventaja. Por último la suela proporciona un buen agarre en la zona medía, quizá echo en falta algo más en la puntera. Creo que los agujeros que tiene para evacuación de transpiración y/o agua le puede pesar un poco.
En resumen, muy contento con mis voladoras, ya he corrido mi primer medio maratón con ellas haciendo mejor marca personal (1h 14'32") y terminé sin ninguna contractura, dolor, rozadura, uña negra... No les puedo pedir más.

No pretendo recomendar ninguna zapatilla desde esta entrada en mi blog. Cada corredor es diferente y tenemos nuestros gustos y manías, simplemente quería contar mi experiencia desde un punto de vista imparcial y sincero. Y así lo he intentado.
Saludos "runners".


Saucony Type A


miércoles, 15 de marzo de 2017

Dos medio maratones, un 10k y un cross de 7,5k. No paro.... Orihuela, Torrevieja, Benijofar y Murcia.

Pues eso, ¡qué no paro! Tras la carrera más importante de la temporada, o al menos la de más renombre me empieza a rondar por la cabeza un objetivo, y este no es otro que bajar de la hora y cuarto en algún medio maratón. Esto que para alguno pudiera parecer fácil y para otros una barbaridad, para mí está al borde de mi capacidad física; ya sea porque no doy para más o porque para el esfuerzo dedicado a este pasatiempo que es correr he llegado a mi límite.
Como conté en la entrada anterior, en la prueba disputada en Sta. Pola me quedé a medio minuto de lograr el 1h14' y con las reservas de optimismo cargadas a tope pensé que todo el monte era orégano y no, no lo era ni lo es.
El 12 de febrero se disputaba en la cercana localidad alicantina de Orihuela su bien organizado medio maratón. El club local "Tragamillas" pone todo su empeño en este emblemático acontecimiento que da lustre deportivo al histórico municipio. Destacar el gran ambiente "runner", nos dimos cita la mayor parte de los habituales de la comarca. En cuanto a la asistencia de público se podría mejorar publicitando un poco más la prueba e intentando hacer participe a todo oriolano que lo desee. El recorrido es francamente bonito, transcurre por el casco histórico durante tres vueltas. La primera de ellas de 8k sirve para la celebración de una carrera menor y así incrementar la asistencia (como viene siendo habitual en casi todas "las medias"). Tantas vueltas por un callejero enrevesado y revirado donde los giros de 180º son continuos es un "hándicap" para el corredor, si se quiere hacer un buen tiempo y también lo fue para mí.


Salida de la MM de Orihuela. Foto cortesia de footer Trotter.


Tras aparcar el coche junto a un conocido supermercado me dirijo a recoger el dorsal, lo hago rápidamente en la carpa habilitada a tal efecto en "la glorieta" y me dispongo a calentar. Últimamente necesito calentar bastante si no quiero perder mucho tiempo en la salida, con la edad voy perdiendo explosividad. Gastaré una hora de aquí para allá hasta que voy a la linea de salida. Miro a ver si veo a los amigos y rivales directos y localizo a algunos. Me sitúo en primera fila y pasa lo de siempre. Un grupo de corredores, los más rápidos (hay que reconocerlo) aunque otros también de mi nivel, se sitúan frente al arco de salida y segundos antes de que suene el disparo que dará inicio a la prueba se colocan delante tuya y finalmente sales en cuarta o quinta fila. Es un comportamiento que me tiene harto y que soporto con irritación en las carreras donde no hay cajones de salida. En esta ocasión nadie se quería hacer para atrás y se formo un pequeño alboroto que habrá que evitar en próximas ediciones.  Finalmente tras un momento de nervios y empujones salimos lanzados a devorar los 21 kilómetros y pico. En esta ocasión no tenía clara la estrategia, debía correr a 3'32" los primeros 11 km y luego bajar un poco el ritmo, pero pasa lo que pasa. Pese a salir bastante mal o por ello empiezo a acelerar mi cadencia más de lo necesario, voy cogiendo a corredores de mi nivel, los supero y también a otros mejores que yo, una locura. Los primeros 5k los recorro con menos de cuarenta segundos sobre el tiempo previsto. Por el km 6 ya veo que así no puedo seguir, el grupo con el que voy no cede y voy haciendo la goma y perdiendo contacto. Y tras ello la debacle. Paso el km 10 con a penas unos segundos de renta. Por el km 15 ya pierdo 30 segundos y a meta llego hundido. Finalmente 1h 16'46", a casi dos minutos de mi objetivo. Al menos consigo terminar tercero en mi categoría, recojo trofeo y vuelvo a casa dolorido en los isquiotibiales.

El cansancio ya me hacía mella. Foto cortesía de fotosdemarivi.com


Podio de veteranos de 40/45 años. Foto cortesía Tragamillas.


La siguiente carrera se celebró en Torrevieja, vamos, en mi localidad natal. Fue el ya longevo medio maratón, aunque decidí correr esta vez solo los 10 kms que se disputaban en paralelo. Tras haber estado padeciendo de algunas contracturas en las piernas que no remitían y tras el chasco de Orihuela había decidido correr con "cabeza", coger mi ritmo y olvidarme de los de delante. En un principio pensé que era posible marcar unos 3'26" por km, finalmente fue algo más pero disfrute de la prueba de lo lindo. Un grupo de corredores se ponen en cabeza, bueno, casi en cabeza. Hay un inglés de vacaciones por la zona de nombre Stuart que corre como un gamo y ganará sin despeinarse. El grupo "perseguidor" lo conforman 7 u 8 corredores de los cuales dos disputan la media y el resto los 10k. Detrás de ellos les seguimos tres corredores (uno de los cuales disputaba la prueba larga y no dará un relevo). Nos situamos a unos 50 metros y con el paso de los kms nos vamos acercando. Me encontraba cómodo y con fuerza y mi compañero también, nos alternamos en cabeza con la esperanza de darles alcance. Yo sabía que la clave eran los dos últimos kms cuando el corredor más potente del grupo de cabeza dejara de tirar del resto (en el km 8 la prueba corta y el medio maratón dejan de compartir recorrido), y así fue. Los tenemos a tiro de piedra y me decido a ir a por ellos, pero se desatan las hostilidades, el grupo se fragmenta y ya solo me dará tiempo a coger a uno de ellos, compañero de club que a  esas alturas andaba desfondado. Me faltaron 4" para coger a Carpena que siempre me moja la oreja (a ver si en la próxima) y llego a la meta 5º absoluto y 2º de mi categoría. Buen avituallamiento, esplendido masaje que me dejará las piernas como nuevas y charla con los amigos: Jero, Victor, Manolo, Vicente, etc..... Otra más a la "buchaca".


Encarando el último kilómetro junto a mi compañero de carrera en Torrevieja. Foto cortesía de footer trotter.


El domingo 5 de marzo se corrían los habituales y concurridos 7,5 kms de la pequeña localidad de Benijofar (Alicante). Esta carrera es fija en  mi calendario. La cercanía de esta villa a mi ciudad, la ESTUPENDA organización por parte del Club Atletismo de Benijofar y un trazado divertidísimo, con una gran cuesta al principio y al final que nos hace sufrir y a la vez disfrutar (la bien llamada Cuesta del Infierno), una excelente bolsa del corredor y un avituallamiento extraordinario (destacar los cortadores de jamón sirviendo platos con gran destreza y celeridad), la bandeja de embutidos, la cerveza, refrescos etc.... Todo un acontecimiento que no te debes perder si te pilla por la zona. Es un placer volver cada año. Además el reencuentro con amigos y conocidos hace de esta prueba una autentica fiesta. Destaco la emotiva charla con Fernando y Jonathan, amigos en facebook y a los que aún no conocía personalmente. Memorable encuentro con estos dos grandes corredores y seres humanos ¡Gracias por vuestra simpatía! Espero veros en próximas carreras. tampoco faltaron Manolo, Victor, Jero, Vicente y demás... así como esos rostros anónimos que te vas encontrando aquí allá y con los que compartes unas palabras y sonrisas. La carrera no tuvo mucha historia. La ganó Stuart (el inglés) y yo la corrí a mi ritmo (3'28) en completa soledad. Mejoré mi marca en la prueba en unos 15" e hice 5º absoluto y 1º veterano de 45/50. En el podio saludé a Agustín, del norte de la provincia, con el que ya lo compartí en El Campello. Un placer amigo. Y lleno el estomago y vacío de fuerzas regreso a casa dispuesto a seguir con el frenético ritmo que me he impuesto este año. Veremos a ver hasta cuando aguanto.


Junto a Fernando y Jonathan al finalizar la prueba en Benijofar


Y por último, el pasado fin de semana habiendo decidido correr el medio maratón de Murcia me desplacé temprano a la capital de la vecina región. Es un placer volver allí, siento un cariño especial por esta encantadora ciudad y sus gentes. Allí transcurrieron mis locos años de universidad, sin duda algunos de los más felices de mi vida y recorrer su Gran Vía sin tráfico a "toda castaña" me llena de emoción. Ya son tres las veces que he disputado esta carrera, en las dos anteriores haciendo mejor marca a pesar de que no es un recorrido propicio y a que pese a la gran participación es difícil encontrar un grupo que vaya a mi ritmo y que me permita atacar con decisión al cronómetro.  No obstante me encuentro en un gran estado de forma y con un grado de optimismo bastante alto. Llego con tiempo suficiente a las inmediaciones del polideportivo "Infante" y recojo el dorsal. Todo esta muy bien organizado. No hace falta esperar, y aseos, parking y demás servicios se disponen en los alrededores. Un 10 como siempre para los organizadores. El avituallamiento posterior en meta donde no falta la cerveza es correcto. Quizá se echa en falta algo que picar más allá de las tres madalenas que te dan en la bolsa del corredor junto al botellín del agua y la camiseta. La entrega de trofeos también se efectuó sin grandes dilaciones y de forma bastante ágil. Comentar que es una pena que pese a que habían sorteos de suculentos jamones poca gente se queda un rato en meta, una vez acabada la carrera cada uno marcha a casa con rapidez.


Salida de el MM de Murcia. Foto cortesía de La Opinión de Murcia.



Pasando a comentar la carrera en sí, como decía, lleno de optimismo me disponía a atacar mi mejor marca en el medio maratón y si podía ser bajar de 1h 15'. La dificultad era máxima ya que ya me voy aproximando a mis límites, el recorrido no era propicio y soplaba un moderado viento de poniente que  parecía venir de todos lados al encañonarse y formar remolinos por lo intrincado del callejero. Salgo algo retrasado como siempre y sin cebarme. Objetivo: 3'32" por km. Paso el km 5 en el tiempo previsto, aunque ya por el km 10 pierdo unas 20 segundos. Realmente la prueba fue una contrareloj en solitario. Fui pasando corredores hasta casi el final cuando al sprin y ya decepcionado y de bajón me adelantan tres atletas que llevé toda la carrera por detrás. Me fue absolutamente imposible hacer nada más. Quizá el momento clave fue aproximadamente en el km 11 cuando no pude seguir a un corredor que llevaba un buen ritmo, alegre y no excesivamente exigente. A esas alturas me había vaciado en una galopada en solitario, en lucha contra el viento y el reloj. Finalmente quedé 9º, 1º veterano de 45/50 años e hice un tiempo de 1h 17'23" (un minuto más lento que el año anterior y bastante lejos del objetivo marcado). Lo intentaremos en la próxima.
Salu2 "runners".

Llegando extenuado a meta. Murcia.



Podio de 45/50 años en Murcia.

martes, 31 de enero de 2017

28 Medía Maratón de Santa Pola

Vuelvo a comentar mis andaduras, mejor dicho correrías, por las diferentes pruebas que cada semana se desarrollan a lo largo de nuestra geografía y en las que me decido a participar. Cuando empecé con esto del "running", sin apenas haber entrenado y más bien con más curiosidad y falta de prudencia que real interés por el correr, me limitaba a participar en medio maratones. Esas tres primeras carreras fueron a la vez maravillosas y un infierno. Recuerdo la terrible agonía física y mental que sentía al pasar por el kilómetro 15 y ese mantra repetido hasta la meta: "¿pero qué estoy haciendo yo aquí?, ¡esta es la última vez!". Una de esas carreras fueron mis primeros y hasta ahora únicos 21,097 metros de Santa Pola. De esto hace ya tres años, ya que por h o por b no he podido volver. Este 2017 pese a que físicamente no ando bien y a que el pico de forma lo suelo alcanzar más tarde, a finales de febrero o marzo será mi segunda presencia en la prueba.




No puedo decir que no la preparara bien. Seguí a rajatabla el plan previsto, las tiradas largas, las progresiones, los intervalos. La intención era bajar de 1h 15', empresa harto difícil para mí (tengamos en cuenta que mi mejor tiempo en esta distancia era hasta ahora de 1h 16' 16". Quitarle al cronómetro más de un minuto no es tarea fácil. Los indicios no eran esperanzadores del todo, aunque mantenía cierta esperanza de que si todo se daba bien podría con la meta prevista. En cualquier caso siempre intento que haya un plan b e incluso un c. El b era hacer mejor marca y el c disfrutar de la carrera si las piernas no respondían. Los ritmos que preveía seguir eran de 3' 32" hasta el km 11 y a partir de ahí correr a 3' 34", lo que me permitiría por los pelos bajar de 1h 15'. En una carrera tan concurrida y llana como la de Santa Pola solo puede haber una causa externa que dificulte o haga imposible tus metas si el cuerpo responde y esta causa es la meteorológica, más concretamente el viento. Y ¡cómo no! se preveía viento, y mucho.
Estuve toda la semana pendiente del parte meteorológico y este no hacía más que empeorar las predicciones. Finalmente amaneció un día desapacible, triste y ventoso. La famosa "Ley de Murphy" se volvía a cumplir. Aun así decido intentarlo.




Con dos horas de antelación llego a la popular localidad alicantina famosa por sus salinas, sus playas, Don Santiago Bernabeu y por su media maratón. Aparco en una de las áreas habilitadas a tal efecto y me dirijo a la zona de salida. Todavía no hay mucha gente, aunque se empieza a adivinar que pronto el jolgorio y el ambiente de fiesta vestirán de gala la avenida principal. Como hace un poco de frío me he traído una sudadera vieja que antes de la salida dejaré en algún lado, paso de esperar en el guardaropa. Empiezo a calentar paralelo al paseo que ofrece unas preciosas vistas al mar. Dos kilómetros para allá, dos para acá y veo que las calles se van llenando de corredores. Crece la algarabía y el entusiasmo del cual me contagio. Los minutos pasan rápidos y la adrenalina empieza a fluir. Me dirijo a mi cajón de salida, el de color verde. Allí veré a algunos de los compañeros que me encuentro en las carreras comarcales, aunque realmente echo en falta a bastantes que son asiduos a casi todas (no se por qué no habrán venido). En cualquier caso la cifra de inscritos supera los 8.000.
Dando saltitos intentamos no quedarnos fríos y sin retraso suena el disparo que da inicio a la carrera.




























Los africanos y demás corredores de élite salen como balas, los del dorsal verde (yo incluido) vamos detrás. No quiero excederme en el primer kilómetro en el que la música, la adrenalina y la turba enloquecida te empujan a correr más de lo debido. Miro sin parar el reloj: "voy bien, 3'32", ¡genial!"
Los primeros 5 km los paso según el tiempo previsto, a penas con 4" de retraso. Poco a poco se van formando los grupos de corredores. Ahí va a estar la clave. Si mi grupo es muy lento tengo un problema y si van muy rápido también. Con el viento que hace no correr acompañado es una temeridad.  En un primer momento un chaval que me suelo tropezar en las carreras que discurren por el norte de la provincia toma el mando. Somos unos 6 o 7 corredores los que corremos juntos. Con gran valentía mantiene un ritmo vivo durante los  cinco primeros kilómetros. ¡Estupendo!, pero llegado el sexto al enfilar la parte que transcurre por el puerto veo que vamos perdiendo fuelle. Dudo en practicar el "runner hopping" (saltar de grupo en grupo), por delante solo veo corredores solitarios que se van quedando descolgados de las primeras plazas. Pasado el kilómetro 7 se confirman mis temores, el ritmo bajó a 3'37", así será imposible. Me pongo en cabeza y decido tirar, pero no veo voluntad de incrementar la velocidad ni de dar algún relevo, el kilómetro 8 lo correremos en 3'36". Me encuentro en un mar de dudas y finalmente decido saltar a por un corredor que viste una camiseta con una leyenda en sueco, tiene un buen porte, a ver si podemos tirar para delante juntos. Llego a su nivel y me tomo unos segundos de descanso pero por desgracia el tipo va desfondado. Es una locura seguir solo, me resigno a ser engullido por el grupo de nuevo. Me sitúo a cola a verlas venir. El kilómetro 10 y el 11 los pasaremos a 3'39 y 3'41 respectivamente (según el gps), llevamos una media de 3'35" que a la postré será la que marcaré en meta. Los dos próximos kilómetros, ligeramente en bajada, los corremos con rapidez. Mi paisano Ramón se queda del grupo, yo me encuentro con fuerzas. Poco a poco vamos alcanzando corredores desfondados y otros que me acompañaban desde el principio terminan por desfallecer. Así, apretando los dientes llegamos al kilómetro 18 donde se enfila ya la recta paralela a la playa que da acceso a la meta. Mis compañeros avivan el ritmo y yo digo: "basta, no puedo seguiros". Mantengo la velocidad sufriendo como en los viejos tiempos y entro a unos ciento cincuenta metros de ellos. Finalmente 1h 15' 32", mejoro mi marca en un día no propicio para ello, pero no consigo romper la barrera de la hora y cuarto. Otra vez será.
En lo relativo a la organización de la prueba no puedo tener queja. Si comparo la última vez que estuve aquí (año 2013) y esta última, se aprecian mejoras considerables. La zona de meta está muy bien organizada, botellín de agua , toalla, bebida isotónica, barrita energética, magdalena, naranjas y medalla te son entregadas a la llegada. Ademas hay barras donde se sirven más bebidas, incluida cerveza. Servicio de masaje, gravado de medallas (previo paso por caja) y todo ello en una zona bastante amplía y cómoda.Vi cierto caos (inevitable) en el guardaropas (yo no lo usé). Parking perfecto en zona de mercadillo a 300 metros de la salida. Calles donde calentar previamente a la salida sin agobios. Avituallamientos líquidos (que pena de agua, ¡que derroche!) cada cinco kilómetros si no recuerdo mal (yo cogí una en el km 10 para beber un trago y tomar el gel). Animación en meta y a lo largo del recorrido con música y batucadas. Control de tiempos  a los 5, 10 y 15 kilómetros. En definitiva todo lo que podemos esperar de una prueba que es medalla de bronce otorgada por la IAAF. Mis felicitaciones.





Como detalle negativo, casi anecdótico, apuntar la siempre presente cesión de dorsales. Lo veo bien siempre que quitemos el chip o no salgamos a competir. El tercero de mi categoría (afortunadamente fui quinto) de 45 a 50 años, era un chaval veinteañero que privó al cuarto clasificado de la alegría de subir al podio. Ya ha sucedido en varias carreras y si alguna vez me veo involucrado lo denunciaré.      
Esto es todo por ahora. Saludos.


miércoles, 11 de enero de 2017

Y comenzamos al año como lo terminamos

Ando algo perezoso a la hora de escribir algunas palabras en mi cuaderno de bitácora. Realmente no hace honor a su nombre ya que como es sabido todo capitán de navío que se precie debe de señalar en él cada efeméride o acontecimiento que diariamente acontezca y sea digna de relatar. Pero como esto es un desahogo ocasional me he tomado un respiro.
Como venía comentando en la anterior entrada el comienzo de temporada, atléticamente hablando, ha sido bastante duro. Solo la "cabezonería" y el espíritu de lucha me han hecho no rendirme ante las adversidades y falta de buenas sensaciones. Y es que entreno tras entreno noto una notable resistencia de mi cuerpo a lograr la debida puesta a punto, el largo "descanso" -la parada de tantos meses- ha hecho mella en mi condición física, y los efectos de la edad sin duda también han contribuido a ello.
No obstante rendirse siempre es la última opción y decidí afrontar con paciencia la situación.
Lo primero era curar los músculos isquiotibiales  y trabajar de una vez por todas "la fuerza", ¡no solo de estiramientos vive el corredor! Y parece ser que funcionó o va funcionando. Tras una parada de dos semanas comienzo a trotar y poco a poco a subir la intensidad de los entrenamientos. Ya para principios de diciembre me encuentro dispuesto, no sin ciertas reservas, a disputar mi primera carrera en ruta, eligiendo el bien organizado y concurrido Cross Urbano de Guardamar del Segura en su decimocuarta edición. Si no recuerdo mal fueron unos ocho kilómetros divididos en dos vueltas por el casco urbano de esta bonita localidad de la vega baja. Llego con bastante antelación, con aproximadamente 90 minutos, a la vecina ciudad donde el río Segura vierte sus aguas en mi querido mar Mediterráneo. Recojo el dorsal sin mayores problemas, las carpas se disponen en la plaza frente a la iglesia y me decido a trotar paseo abajo junto a los pinada y hasta casi la misma orilla del mar. Hace un poco de viento aunque no debe de ser un problema ya que el recorrido está bastante protegido entre las casas. Poco a poco van llegando corredores y grandes grupos que conforman los numeroso clubes de la comarca. Todos eligen la misma zona para calentar haciéndose cada vez más difícil el corretear sin llevarse un pisotón.



Tumultuosa salida del XIV Cross Urbano de Guardamar del Segura.


Al mismo tiempo se disputan las carreras infantiles. Hay un buen ambiente, los chicos del club "Maratonianos" de Guardamar lo saben montar bien y en la recta de meta se acumula una notable presencia de espectadores (lo cual es siempre de agradecer). Señalar que hay premios en metálico lo que unido a lo reputado de la prueba me permite suponer que está será concurrida y con la presencia asegurada de los más "rápidos" corredores de la zona. Y así fue. Mis expectativas tras las desilusiones de mis primeras carreras tras el verano eran fundamentalmente recuperar sensaciones y hacer podio en mi categoría (veteranos de 45 a 50 años), por lo que por esta vez no me sitúo en las primeras lineas de atletas dispuestos a salir. Quiero correr a unos 3'25"/3'28" el km y no me quiero cebar con nadie. Y sobre todo quiero disfrutar por una vez esta temporada.  Suena el disparo de salida. Como niños al oír la sirena del recreo la turba parte desatada. ¡Madre mía! ¡Cómo van estos tipos! Yo voy a lo mío, mirada va y mirada viene al gps, me planto en 3'26". El hecho de la gran afluencia de participantes me ayuda a mantener el ritmo, ya que siempre tengo alguien a quien seguir. Y con la estrategia que podríamos llamar "runner hopping" y con gran comodidad van pasando los kilómetros. Voy viendo caer las primeras víctimas de un inicio excesivamente rápido, paso a gente de mi nivel lo que me genera nuevas energías. Y así sin mayores sobresaltos trascurrirá la carrera. Bueno, realmente si que sufrí una cierta decepción cuando a pocos metros de la llegada y tras confiar en que estaba ya todo "el pescado vendido" mi principal rival  en la categoría, Juan Sempere,  me paso como una exhalación, ¡menudo esprin! Finalmente, y como era de esperar ganó Mohamed Khttab y un servidor fue vigésimo tercero en la clasificación general y segundo de los veteranos c.
Destacar la excelente organización de "Maratonianos". Hubo forro polar de regalo para todos los participantes, regalos repartidos por sorteo y para los que tuvimos la suerte de hacer podio. Un gran día y una gran carrera que apunto en mi calendario.



El "dorsal 30" me llevó a buen ritmo durante buena parte de la prueba. ¡Gracias!

Tres días mas tarde tenía decidido correr el cross que recorre las calles de Torrevieja. El año pasado no pude disputar la prueba y pese a que hasta ahora la organización ha sido algo deficiente, dado que suelo hacer un buen resultado decido correrlo.  Ya va por su cuarta edición este Cross Popular Nocturno de Torrevieja. Son unos 7,2 kilómetros en dos vueltas por el centro de la localidad salinera. He de decir que la última vez fue un caos, con calles abiertas al tráfico, sin casi policía ni asistencias, correr aquella edición se pudo considerar deporte de riesgo. Supongo que se debió a la turbulenta situación en la administración y policía local, así como al total desinterés por parte del Club Atletismo Torrevieja que "sobre el papel" era el organizador. Pero este año todo cambió para bien. casi un "10" para el club y para la organización en general. Una pena que (en contraste con la prueba disputada en Guardamar unos días antes) la asistencia de público fuera tan escasa. Cada año va a menos. Corredores hubo unos 400, no está mal para lo apretado del calendario (se corría un día después en el cercano pueblo de Bigastro otra carrera más), demasiadas carreras y cada vez mas exigua la participación.


Preparándonos para salir en el Cross Nocturno de Torrevieja



Habiendo recogido el dorsal por la mañana, aproximadamente una hora antes de la salida prevista me
dirijo a calentar y observar el ambiente reinante en la plaza de la constitución, donde ya debería sentirse el espíritu navideño. Aún había poco movimiento, pero observo que esta vez si se cortará el tráfico y hay suficientes voluntarios. También veo a gran numero de socios del club local de atletismo desarrollando labores de organización. Parece que todo irá bien. Por mi parte marcho trotando por el paseo Vistalegre hasta el inicio del dique de levante intentando calentar un poco para salir en condiciones. Últimamente siento que el trotar unos kilómetros antes del esfuerzo de la carrera es fundamental, me permite activar mi cuerpo y mente y evitar lesiones. Pues eso, corro durante una hora parando a intervalos para estirar un poco y llega la hora de la salida. Esta vez, dado que la prueba de Guardamar salió bien, la estrategia será diferente, también se debe a que aquí conozco a algún corredor más y a que la clasificación de corredores locales es muy apetitosa. A punto de salir ya nos saludamos los que seremos rivales en unos minutos. Veo a los chicos de mi nivel no lejos de mí. Y arranca la prueba. La primera vuelta es un "disparate", los compañeros van como locos... miro el gps y me asusto: ¡a este ritmo no aguantamos las dos vueltas! le cojo la matricula a Ramón Céspedes y veo que Joaquín Sáez que es de mi categoría nos pasa. Aprieto los dientes y espero a que amaine el temporal. Pero Ramón va a lo suyo, me lleva durante 3 kilómetros a 3'18" y completo la primera vuelta en 12 minutos justos (a 2'20"). Pero algo pasa, veo a Ramón ceder, se va quedando pese a que el ritmo decrece: "ha colapsado". Quedo solo con un grupo a unos 20" por detrás y un corredor que me precede y al que voy cogiendo. Finalmente lo pillo pese a que he bajado el ritmo de forma notable. Juntos, sin mayores esfuerzos llegamos a meta. No le lucho la posición al sprín, este año no me veo rápido, y entro en el puesto 10ª a una media de 3'25" el kilómetro, 2º veterano c (para mi sorpresa, un desconocido y rápido compañero me precedió) y 2º corredor local. No está mal. La prueba la ganó el corredor El Hocine Bouchrak (una gacela).



12' la primera vuelta. A 2'20". 3'6kms a tope.

Tras las fiestas de Navidad...

Tras las carreras de diciembre llegaron las fiestas de Navidad. El ritmo de los entrenamientos desciende y las copiosas comidas y celebraciones tomarán el relevo de manos de los intervalos y "fartleks". Pese a ello, habiendo decidido correr la media maratón de Sta. Pola, no quiero que mi estado de forma decaiga demasiado. Persisto en las rutinas y decido presentarme en El Campello el día 8 de enero para disputar su Carrera de Reyes. Esta prueba que ya he corrido en otras ocasiones transcurre durante 6 kilómetros por el paseo paralelo a la playa de la localidad. Son dos vueltas totalmente llanas propicias para hacer un buen tiempo y volver a casa con un buen sabor de boca. Cada temporada me permito el pequeño lujo de desplazarme con un día de antelación a algún punto de nuestra geografía donde se programe alguna carrera que me apetezca correr y de paso disfruto de cena y noche de hotel y hago algo de turismo. El instinto nómada me persigue y al fin y al cabo lo mismo da El Campello que Vientiane, el caso es sentir la libertad en la huida de la monotonía de la vida cotidiana.
Así que disfruté de un bonito fin de semana de soledad y "running" en este bello enclave alicantino.
Duermo bastante bien la noche previa a la prueba, y esto es bueno ya que soy de "mal dormir". Me levanto con tiempo suficiente y tras desayunar frugalmente me dirijo a recoger el dorsal y trotar por el paseo marítimo.
La soleada mañana nos muestra la belleza del mar y la costa en todo su esplendor. Prácticamente no hace nada de viento y la temperatura, algo fresca, es perfecta para la practica del "runnig". No se puede pedir más. Correteo durante unos 6 kilómetros dejando fluir mis pensamientos y calentando cuerpo y mente. Poco a poco van llegando los compañeros participantes y la zona se viste de llamativos colores.


A todo trapo


En este punto conviene y es de recibo destacar la GRAN organización del Grupo Brotons y de Pepe Brotons que ejerce de "espiquer" en estas pruebas. No se les puede poner un pero. Pese a que la carrera pueda parecer algo cara, sobre los 10€ para 6 kms, realmente los merece. Esta vez no hubo camiseta conmemorativa aunque sí bolsa con regalos varios. Se sortearon algunos más entre todos los participantes y también tuvieron todos los que subieron al podio. Todo el evento transcurre con gran fluidez y la entrega de trofeos no se convierte en un castigo. Excelente trabajo.
En lo estrictamente deportivo destacar que a la hora señalada se da salida a la carrera. Unos 200 corredores la disputan. Ya desde el principio Fco. Javier Carpena toma la delantera y me limito a seguirlo, Creo que es el más fuerte de los allí presentes. Últimamente el gps no me va muy bien y decido no mirarlo para no asustarme y no comerme la cabeza con los tiempos, pero esta vez fue un error. Voy bastante cómodo, quizá demasiado, me sigue un corredor (un triatleta) con el que luego tendré la suerte de conversar llamado Ismael Navarro. Haremos la carrera los tres en cabeza hasta casi el final. Ya en la última vuelta miro el reloj y veo que vamos muy lentos pero no me encuentro para muchos lujos. Como en otras ocasiones tras el verano peco de conservador y decido no asumir riesgos. Finalmente la lógica se impone, Carpena acelera un poco el ritmo y gana unos metros entrando en primera posición. haré un segundo puesto que no está mal e Ismael Navarro completará el podio. Un buen fin de semana, sin duda, aunque el tiempo realizado me genere dudas en cuanto a mi estado de forma (corrí a 3'28" el km) y me haga replantearme mis objetivos en la próxima carrera: la reputada "Media Maratón de Sta Pola".



Podio con Carpena e Ismael Navarro