-WQOWjIqPrzeKpDbadcYUstRQCLcBGAs/s1600/whatsapp_image_2017-09-10_at_13.16.07.jpeg' name='twitter:image'/> Running to the edge. : XLV Medio Maratón de Elche. 10k La Azohía-Isla Plana. VII Medio Maratón El Pilar de La Horadada.

lunes, 29 de mayo de 2017

XLV Medio Maratón de Elche. 10k La Azohía-Isla Plana. VII Medio Maratón El Pilar de La Horadada.

A estas alturas normalmente me encuentro por mis queridas tierras asiáticas. Andando más que corriendo, observando más que hablando y sintiendo más que pensando. Pero este año no ha podido ser por cuestiones que no vienen al caso. Y ¿qué hago si no viajo? Corro. Y en esas estoy, sumido en una vorágine "runística" a la que tengo que poner fin si no quiero terminar por cansarme de esta bonita afición.
Este pasado mes de abril disputé tres pruebas, dos medios maratones y un cross de 10k. Todas ellas se saldaron con buenos resultados y grandes sensaciones, ya que esta temporada he cogido "la forma" algo tarde y me estoy aprovechando de ello.
La primera carrera disputada a principio de mes es el Medio Maratón de Elche en su 45ª edición, el medio maratón más antiguo del mundo (así lo publicitan y así debe de ser). Aquí iba a quemar mi último cartucho para intentar bajar de la hora y cuarto (1h 15'), barrera que me ha obsesionado desde hace unos meses y a cuyas puertas me quedé en la veloz carrera de Santa Pola.
Todo apuntaba a que esta vez sería posible. El rápido recorrido por las calles ilicitanas, mi gran estado de forma y una metereología propicia me infundían renovados ánimos y presagiaban un feliz desenlace. Y así fue, gracias también (por que no decirlo) a la suerte.
El plan era correr los 8 primeros kilómetros (todos ellos muy llanos) a 3'28" y así lo hice con exactitud. Los dos siguientes en ligera subida hasta el moderno puente que corona en su parte más alta el recorrido a 3'34", para luego lanzarnos a "tumba abierta durante 7k de bajada y falsos llanos hasta los últimos repechos. Todo se ajustó al plan previsto gracias (y es justo reconocerlo) a Jorge Riquelme, gran corredor del club Trikilómetros, que fue tirando del grupo casi toda la prueba a los ritmos que (por fortuna) más me interesaban. Fue una pena que faltando tres kilómetros para la meta desfalleciera, me vi obligado a correr en solitario justo cuando el viento soplaba en contra y la carretera se empinaba, y ahí perdí la ocasión incluso de bajar hasta la 1h 13'. Pero bueno, no seamos demasiado ambiciosos y dejemos esa gesta para otra ocasión ¡Gracias Jorge!
En lo relativo a la organización comentar que fue más que correcta, mejor que la última vez que disputé esta prueba ya hace unos años. La salida es en una avenida más amplia. Los cajones de salida evitan empujones y malos modos, no faltan avituallamientos líquidos y también sólidos a la llegada. Servicio de "fisioterapia" en meta y precioso trofeo para los que tuvimos la fortuna de subir al podio.
Finalmente 11º absoluto, 1º vet 45/50 y una mejor marca personal de 1h 14'32". No puedo pedir más.




Dos semanas más tarde, dispuesto a aprovechar el buen estado de forma posterior a una media, decidí dirigirme a la para mí desconocida pero "bellísima" pedanía Cartagenera de La Azohía. El sábado 15 de abril se corrían allí 10 kilómetros (9650 metros para ser exactos) paralelos a la playa y que discurren entre la iglesia del pueblo y la ermita localizada frente al islote conocido como Isla Plana. Bonito trazado mixto: asfalto, pista y playa de guijarros y arena. Este tipo de pruebas me van muy bien, por lo que ni corto ni perezoso me pegué el madrugón hasta llegar a tan pintoresco enclave.
La Azohía son unas pocas calles y casas (también bares, restaurantes y un lujoso hotel situado a la entrada) abrazadas por la serranía que se precipita hasta las cálidas aguas del mar Mediterráneo. Espectacular era la estampa de las cumbres y acantilados rodeados al despertar la mañana por una tenue neblina procedente del mar.
Cuando abandono la provincia de Alicante se me hace más difícil reconocer a mis rivales, y entre ellos a los de mayor calidad. Esto que pudiera parecer un "handicap" es en ocasiones una ventaja. Suele ocurrir que mi táctica en carrera se torne más conservadora si veo que en la linea de salida hay corredores mucho más rápidos que yo. Si no los conozco me lanzo a tumba abierta sin complejos. Y así fue como ocurrió.
Una vez dada la salida me coloco en cabeza donde pongo un ritmo alegre de 3'23" a 3"27" durante los tres primeros kilómetros. Sé que tras estos primeros metros abandonamos el asfalto y el firme no es propicio para correr rápido, pero me siento bien y voy a por todas. Sólo un corredor puede seguirme, J Carlos Caparrós García (Jaro) y lo hace con bastante solvencia y comodidad. Ya empiezo a sospechar que es un "figura" de la zona. A partir del tercer "mil" se pone en cabeza ya en pista de tierra, lo sigo sin gran dificultad hasta que alcanzamos la ermita frente a la isla que supone la mitad del recorrido.
A partir de allí pone una marcha más y metro a metro, segundo a segundo, se van alejando tanto él como mis opciones de victoria. Llegará a la meta con un centenar de metros de ventaja sobre mí (unos veinte segundos) y yo subiré al segundo escalón del podio.
Como suele ser habitual por tierras murcianas (tb cartageneras en este caso) la gente que es extremadamente extrovertida y amable hace del avituallamiento "post-carrera" un autentico deleite. Saludé y hablé con múltiples aficionados y corredores. Destacar a Jorge Mulero Martínez (2º veterano B), gran corredor que no me paró de alabar hasta casi vestir de rojo mis mejillas. A mi compañero de podio y tercero en la prueba Jose Luis Conesa. Al presidente del gran club cartagenero Mandarache, gran tipo, locuaz y divertido. Gracias a todos por vuestra compañía. Espero haber correspondido, aunque solo sea un poco, a vuestra generosa amistad.





Finalmente el pasado domingo 23 de abril me decidí a correr el medio maratón que se celebra en la cercana localidad de El Pilar de la Horadada. Solo había corrido allí una vez hasta ahora, y no fue el medio maratón, sino la prueba menor de 10k que se disputa al mismo tiempo. De esto ya hace unos cuantos años y no me quedó un gran recuerdo. El circuito era bastante monótono y porqué no decirlo duro "mentalmente". Una larga y kilométrica recta conectaba el centro del municipio donde se hallaba dispuesta la salida con las playas desde donde se volvía superando la carretera nacional 332 por un paso elevado. El calor propio de la fecha y el viento que suele soplar tampoco ayudaron a que disfrutara del evento. Pero esta vez todo sería distinto, el circuito ha cambiado y es mucho más urbano. Ya no se baja hasta las playas, ni se cruza el duro paso elevado. En definitiva, todo hacía presagiar una carrera divertida y cómoda. Pero un accidente casi acaba con mis planes de disputarla. Con una semana de antelación decido salir a correr con mis hijos, ellos en bici y yo trotando suavemente. De regreso a casa el menor de mis retoños me golpea con la rueda delantera en el gemelo de mi pierna izquierda. Siento un agudo dolor que espero que sea solo pasajero. Pero no, una vez que enfrío no puedo caminar, imposible apoyar el pie debido a  la fuerte contusión. ¡Vaya por dios!, se me ha fastidiado la carrera del domingo, un drama para un corredor en plena vorágine competidora. Finalmente la cosa no fue para tanto y no pasó de contusión. Tras unos días de reposo y algún anti-inflamatorio me recupero prácticamente del todo. Una ligera molestia me forzará a ser conservador en el planteamiento de carrera y me permitirá disfrutar mucho más de la prueba.
Ya calentando veo a los primeros amigos, conocidos y compañeros de club (me acompañó en el trayecto en automóvil mi querido amigo y corredor entusiasta Manolo Hortelano): Sergio Quesada: bravo corredor de mi club que no se pierde una carrera, Jero, Piñeiro etc... Trotamos de aquí para allá y finalmente suena el disparo de salida. Previamente y tras echar el vistazo pertinente a los rivales pude comprobar que el podio (esta vez remunerado) iba ha estar caro. Veo a Mateo Pesquer, a Javier Moreno Jara y a otros corredores de buen porte que anticipa un mejor correr. También observo a los hermanos Casaliglla Quishpe, frecuentes participantes de las pruebas que se desarrollan en la vecina región de Murcia y de un nivel deportivo similar al mío. Esa es la rueda a seguir dada las circunstancias, me digo.





La carrera comienza con cuatro corredores en cabeza que se disputaran el podio, y tras ellos yo que sigo a la rápida corredora de origen magrebí que ganará los 10k. También me acompaña un corredor de camiseta roja que pronto empezará a hacer la goma. El recorrido de la prueba corta es algo diferente, de forma que tras un giro te los vuelves a encontrar formándose un pequeño jaleo y perdiendo por un rato tu posición en carrera. Finalmente me alcanza por detrás Pedro Enrique Casaliglla y juntos correremos gran parte de la carrera. Nos vamos dando relevos, pero llegados al kilómetro quince decido aumentar el ritmo e irme solo no vaya a ser que al "sprint" pierda finalmente la quinta posición. Veo que voy cogiendo a los dos atletas que me preceden. Finalmente llegarán  con un centenar de metros de ventaja en tercera y cuarta posición. Ganará la prueba Ivan Hernández Illán seguido de Manuel Mas y Javier Moreno Jara. Gente de mucho nivel atlético.
Yo, finalmente satisfecho. La pierna no me dio problemas e hice un tiempo oficial (creo que habría que sumarle minuto y medio) de 1h15'19'', 5º absoluto y 1º veterano C. Probablemente vuelva al año que viene ya que la organización de la prueba es perfecta, el nuevo recorrido me gusta y la entrega de trofeos es bastante ágil. Un 10 para los chicos del Club de Atletismo Horadada.
Salu2.

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